sábado, 19 de junio de 2010

CALENTANDO

BOS TAURUS IBERICUS: SU MAGIA y MISTERIO

Bos taurus Primigenius


Alturas relativas del Bos Primigenius y los toros de lidia actuales
Debemos remontarnos a unos 30.000 años a.c.; cuando los primeros agricultores de la península Ibérica, luchaban contra el dueño y señor de los bosques ibéricos: el Bos Tauros Ibéricus, directo antecesor del actual toro de lidia. Trataban de conquistar terrenos para su propio beneficio, cuando el terreo sin ser tan caro como en la actualidad, sí debería ser entonces, muy valioso para la supervivencia y desarrollo de la especia humana.


Bos Taurus de la Cueva de Altamira
Estudios comparativos recientes (Carles Lalueza-Fox, Proceedings of the National Academy of Sciences) demuestran que el toro de lidia es el resultado evolutivo del Bos Taurus Primigenius , nombre dado por algunos autores al Aurochs o Auerochs , es el Uro primitivo autóctono, los últimos de su especie fueron cazados en Polonia en 1627. Sus diferentes mutaciones y evoluciones, además de sus mezclas, dan lugar al Bos Tauro Ibérico, del que deriva directamente el actual Toro de Lidia.

 Bos Taurus Ibéricus

Mientras que los toros vivían en grandes manadas , se desplazaban espontáneamente entre la montaña la dehesa y las marismas, según el tiempo y la humedad de la estación; el cazador y labrador ibérico, observaba con miedo y curiosidad los movimientos y costumbres de las manadas de estas fieras libres e irreductibles al dominio humano.

Aspecto que tendría el Bos Taurus Ibericus


El Hombre del Paleolítico comprobó la fuerza brutal de las acometidas de aquel animal herbívoro; que sin ser depredadores como los carnívoros, sí eran en muchas ocasiones letales cuando decidían utilizar sus defensas naturales en acciones protectoras de su terreno o territorio . También admiraban su fuerza sexual , la de los más dominantes para cubrir a tantas hembras sin descanso.


Cazador perseguido por un toro herido con flechas


Su bravura le hacía peligroso, incluso para su propia especie, el toro luchaba hasta vencer o morir y nunca evitaba el encuentro, era la sobrecogedora lucha a muerte entre toro y toro.
El hombre fue aprendiendo a combatirle sin entrara directamente en su terreno; logrando su desplazamiento a terrenos o lugares menos valiosos para la agricultura. Poco a poco, el hombre desarrolló su capacidad para lograr matar al toro; casi siempre actuando en grupos coordinados adecuadamente.
Su poder sexual, su capacidad de matar le hacían al Bos Taurus un ser sagrado , merecedor del grado de divinidad para el hombre de la prehistoria. La proximidad artística encontrada gracias a su presencia en el hábitat natural del hombre, pretendía aproximarse al poder que representaba el toro para la comunidad. Lograr el contagio sagrado de los poderes del toro, era el objeto de tantas representaciones artísticas de toros sobre el techo o paredes de las cuevas o abrigos naturales.

Escena de un rito mágico cinegético frente a la imagen del torol . La utilización del arco por parte del cazador responde a la teoría de que dicho artefacto fue inventado en el Paleólítico Superior


Las pinturas rupestres encontradas en las cuevas o abrigos naturales de España, Francia y el Sahara, demuestran claramente la presencia del Bos Tauros en tiempos inmemoriales en estos territorios y los deseos de recibir los poderes mágicos que ostentaban de estas bestias sagradas. En España sobre todo en el Levante más que en el norte, en la que predominó el Bisonte.


Escena prehistórica en el interior de la cueva de Altamira

A los largo de la historia, el toro ha servido frecuentemente para representar las divinidades y ofrecer a los hombres las verdades del Universo, de la Naturaleza y del Hombre.

Pintura rupestre de Auroch en contrada en Libia


También se han encontrado representaciones del Toro en la zona entre los ríos Tigres y Eúfrates , el sur de la actual Irak, la antigua Mesopotánea.
En las habitaciones de Catal Hiiyük, hay pinturas con toros y escenas de caza que recuerdan de manera notable las de las pinturas rupestres del norte de Africa y del Levante español. Algunas habitaciones son aténticos santuarios en donde hay toros empotrados en las paredes . También se han encontrados altares con cuernos incrustados , muy parecidos a los llamados «cuernos de consagración» de la Edad del Bronce de Creta.


Reproducción Templo hipogeo en Chatal Hüyük , mostrando un típico bancal o «bucrania», con cornamentas de toro incrustadas; símbolo del dios toro.

Recordemos, por ejemplo, al Toro Alado de los Babilónicos que adornando las puertas de sus templos y sirviendo de columna se muestra hierático y majestuoso. Su cabeza humana representa la inteligencia, su alas el Espíritu, y su cuerpo de toro la fuerza; en algunos casos, como los toros alados persas, muestran sus patas delanteras como garras de león, entonces se convierte, esta figura, en el solemne símbolo de los 4 Elementos: tierra, agua, aire y fuego.


El toro alado con cabeza humana ,símbolo de poder y realeza, centinelas contra los malos espíritus