Un individuo obtuvo mediante engaño cinco impresos sellados en el Colegio de Veterinarios de Zamora, y uno ha aparecido en Valladolid
Efectivos del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido a un ganadero salmantino de 36 años por la falsificación de un acta de festejo taurino en Villanueva de Duero (Valladolid) e investigan la posibilidad de que se hayan cometido numerosos hechos similares en Castilla y León e incluso en toda la geografía nacional, informaron fuentes del Instituto Armado.
La operación, denominada «Toril», se ha desarrollado en coordinación y colaboración entre unidades del Seprona de la Guardia Civil de Valladolid y Zamora, y ha culminado con la detención de un ganadero de 36 años vecino de la provincia de Salamanca, dedicado a festejos taurinos en la mayoría de localidades de Castilla y León, como presunto autor de los delitos de falsedad en documento público, estafa y usurpación del estado civil.
En concreto, según pudo saber Europa Press en fuentes cercanas al caso, el detenido es J.C.Z, perteneciente a una familia dedicada a la organización de este tipo de festejos en diversos puntos de España.
La operación «Toril», se inició el pasado día 14 de mayo, cuando la Guardia Civil de Zamora tuvo conocimiento de la apropiación fraudulenta de cinco impresos oficiales de actas de certificados ganaderos, del Colegio de Veterinarios de Zamora. El presidente del Colegio, Victorio Lobo, explica que los impresos para certificados se entregan solamente a los veterinarios colegiados, y cuando éstos envían a una persona a recogerlos en su nombre la práctica habitual es llamar por teléfono al titular para comprobar que efectivamente la identidad de quien hace el encargo se corresponde con la realidad. Sin embargo, el individuo en cuestión eligió una fecha en la que había mucha actividad en el Colegio. Se identificó como enviado de una veterinaria, a quien identificó y se llevó los impresos. Sin embargo, «como dos horas después» el Colegio logró contactar con la veterinaria que supuestamente había solicitado los impresos y se dieron cuenta del engaño.
Lo que hizo el Colegio de Zamora fue anular de inmediato los cinco impresos, que estaban identificados perfectamente con unos números de serie, y enviar el aviso a las sedes colegiales de toda España y la Guardia Civil, por si alguno de estos documentos se intentara colar como verdadero.
La Guardia Civil de Zamora difundió a todas unidades de la Guardia Civil los números de serie de citadas actas, las cuales ya tenían el sello oficial de colegio de veterinarios, con el fin de ser detectadas en alguno de los numerosos festejos populares taurinos que se desarrollan por diferentes localidades de la geografía nacional, centrándose en Castilla y León. Y el 18 de junio, en un festejo taurino popular en la localidad de Villanueva de Duero (Valladolid), la Guardia Civil de Laguna de Duero, cuando realizó la correspondiente inspección de documentación detectó que el empresario ganadero presentó una de las actas, concretamente la de «despunte» de los astados, con la misma numeración que una de los documentos oficiales fraudulentos.
Realizado el análisis de los documentos en profundidad por parte del Seprona de Valladolid, en el informe técnico se desprende que citado documento no era el original del Colegio de Veterinarios de Zamora, sino que era una réplica exacta de uno de ellos.
La Guardia Civil estima que si se han realizado réplicas de los cinco documentos conseguidos fraudulentamente en Zamora, estos se podrían haber multiplicado para usarlos con fines delictivos. Fuentes cercanas al caso apuntaron la gravedad del hecho y a la posibilidad de que se hayan podido falsificar, además de las actas sobre el despunte de las astas, otras sobre cuestiones como las características higiénico-sanitarias de las reses.
De esta forma, el Seprona de la Guardia Civil continúa con sus gestiones de investigación con el fin de determinar en cuantos hechos delictivos ha podido participar, así como recuperar e inutilizar las actas falsificadas que pudieran estar diversificadas por la geografía nacional. Sólo así tendría alguna explicación el robo de unos documentos que Victorio Lobo no acaba de comprender muy bien, sobre todo si se utilizan, como en el caso de Villanueva del Duero, para un despunte, «ya que el veterinario que inspeccione los animales se va a dar cuenta de que no es verdad lo que pone el certificado». En este caso, además, el impreso estaba cumplimentado supuestamente por un veterinario que ha negado tener nada que ver con los hechos, como ha podido demostrar fehacientemente. Victorio Lobo constató que el Colegio de Veterinarios de Zamora está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias y se personará como parte afectada en las actuaciones. «Como aspecto positivo, destaco que los controles para impedir este tipo de hechos han funcionado».
laopiniondezamora.es
