domingo, 1 de agosto de 2010

Cuéllar entra en la Asociación Internacional de Festejos Taurinos


Los grupos municipales aprobaron por unanimidad la incorporación de la villa a la Asociación Internacional de Municipios y Entidades Organizadoras de Festejos Taurinos Populares. Un colectivo que además establecerá su sede social en la villa y del que el Ayuntamiento ostentará una de las vicepresidencias. Como representante municipal el colectivo contará con el concejal de Festejos, Juan Pablo de Benito.
El edil de festejos, Juan Pablo de Benito, manifestó que los estatutos del colectivo aprobados recogen los fines de la asociación en los que ya se reflejan las características de los festejos populares de los municipios que pueden formar parte del colectivo.

Acta fundacional
Serán finalmente siete los municipios que firmarán el acta fundacional de la Asociación el próximo 26 de agosto en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes.
A la firma de este acta, que coincidirá con el primero de los encierros de San Sebastián de los Reyes, acudirán, además de este Ayuntamiento, los de Pamplona, Vall DUixó (Castellón), Vila Franca de Xira (Portugal), Saint-Sever (Francia), Cuéllar y Beas del Segura (Jaén), sedes todos ellos de festejos taurinos con gran tradición.
 
eladelantado.com

CULTURA Y TRADICIONES POPULARES

Festejos de Interés Turístico Regional
LA VILLA DE FUENTESAÚCO
ENCIERROS TRADICIONALES DE MEDÍNA DEL CAMPO
INFORME DOCUMENTADO DEL TORO DE LA VEGA DE TORDESILLAS

EL ENCIERRO DE CÚELLAR

Festejos de Interés Turístico Nacional

INTRODUCCIÓN: CULTURA Y TRADICIONES
La presencia del toro en nuestras fiestas populares se encuentra documentado desde tiempos inmemoriales, convirtiéndose en una seña de identidad, dentro de la geografía española.
En todo el territorio nacional hay evidencias de una larga tradición en los festejos taurinos. Ya desde la etapa Paleolítica encontramos evidencias de presencia del toro en nuestra península, en diferentes pinturas rupestres, en las que aparece siendo cazado o utilizado como animal de tiro. Ya desde entonces el Toro se ha considerado como el símbolo de la fertilidad, la virilidad y la fuerza.
Pero será durante el Imperio Romano cuando al Toro tenga participación en festejos, como diversión para el pueblo, un entretenimiento. También en el mundo romano, el Toro se relacionaba con las divinidades, más concretamente en el culto a Mitra se sacrificaba a un Toro y se bautizaba al fiel con su sangre (de nuevo el toro como símbolo).
Tras la caída del Imperio Romano, la posterior llegada de los godos, no será hasta el 815, cuando volvamos a tener noticias de festejos taurinos. Tendrá lugar en León y será organizada por cristianos. Posteriormente será en 1080, en Ávila, con motivo de la boda del infante Sancho de Estrada, cuando tengamos un anuncio público de una “corrida de toros”. Esta será una constante a partir de ahora, ya que la Nobleza y la Realeza, hacía uso de estos festejos, para cualquier celebración.
Castilla y León guarda en su historia y muestra en su presente una enorme riqueza de ritos y manifestaciones centradas en el bravo animal: desde los más antiguos encierros de España en la segoviana localidad de Cúellar, hasta el ritual que encierra “ el Toro de la Vega” de Tordesillas.
Existen numerosos ejemplos, de la antigüedad de estas celebraciones en el ámbito castellano-leonés. A parte de los ya citados encierros de Cúellar, será en nuestra tierra donde se encuentre la primera ganadería de reses bravas, en los pagos del Raso del Portillo, en torno a los siglos XV y XVI. Existen evidencias de que en el siglo XV lancearon en granada toros castellanos probablemente procedentes de esta ganadería.
Por tanto y teniendo en cuenta estos datos, podemos darnos cuenta de la importancia de estas celebraciones populares, donde el Toro de lidia es el principal protagonista y el eje sobre el que gira toda la fiesta.

ORÍGEN DE LOS FESTEJOS POPULARES
El origen de estos Festejos con Toros, lo encontramos en la Nobleza. Eran ellos quienes mantenían e incluso impulsaban estas celebraciones. Lo convirtieron además de un entretenimiento, en una forma de entrenarse para la guerra.
En un principio era algo exclusivo de la Nobleza. Contaban con la participación de caballeros que alanceaban desde sus caballos a los toros. Haciendo gala de su hábil manejo de los útiles guerreros y de su domino del caballo. El pueblo llano unicamente podía utilizar capas para colocar en suerte los animales a los nobles en sus justas a caballo.
Pero el paso de estas “justas” a algo popular, del pueblo, quizás sea la respuesta de la pervivencia a lo largo del tiempo de estas tradiciones.
Pero no sólo participaba la Nobleza, la Realeza también lo usaba como medio de celebración ante múltiples acontecimientos, como ferias tradicionales, fiestas y acontecimientos nacionales o locales, sino también bodas y bautizos reales, cánticos de primeras misas, batallas ganadas a los musulmanes etc.
Encontramos otros participantes económicos de estos festejos, como son la Iglesia, los Gremios y las corporaciones profesionales, quienes sufragaban la suelta de reses, para el divertimento del pueblo.
Así a lo largo de los años, los festejos populares con toros, se han convertido en algo imprescindible, arraigado, en una seña de identidad, para aquellas localidades que los celebran.
Los festejos populares con toros, han evolucionado a lo largo del tiempo, desde esas primeras sueltas, en las que la Nobleza era la participante, hasta nuestros días, hay elementos que han cambiado. Conservando siempre al toro como eje del espectáculo.
Primero hay que destacar, la perdurabilidad de dichos festejos, convirtiéndose casi en un “rito”.
En este rito, encontramos al hombre, que no al torero, enfrentándose al toro. El espontáneo, el hombre que por valentía salta a la calle o al cosso, para correr delante del animal, o hacerle un recorte. Estas celebraciones tienen un marcado carácter antagónico, en un lado el hombre, ser racional y al otro un ser irracional, el Toro.