lunes, 30 de agosto de 2010

EL PRÓXIMO 4 DE SEPTIEMBRE

La mayor ganadería de bueyes del país cede a Carbonero 70 reses para batir un récord mundial

La ganadería Naturbuey de Carbonero El Mayor, en Segovia, la mayor explotación de bueyes de trabajo español del país, cederá 70 animales al Ayuntamiento de la localidad para que ésta entre en el libro de récord mundiales con el mayor encierro mixto, en el que participarán 300 caballistas.
La iniciativa, impulsada por el Consistorio con el ánimo de conseguir algo "único en el mundo", pretende convertirse el próximo año en un récord Guinness. De momento, en esta primera edición busca liderar la marca mundial absoluta de trashumancia, según indicó a Europa Press uno de los propietarios de la explotación, Jesús García.
El alcalde de Carbonero, Tomás Galán, aseguró que será un espectáculo nunca visto con el que se pretende crear ambiente de campo y disfrutar con unos animales que en la actualidad, lejos de servir como una herramienta de trabajo imprescindible, han quedado para guiar a los toros en los encierros.
El encierro, que abrirá el próximo 4 de septiembre a las 9.30 horas las fiestas de la Virgen del Bustar, ya se ensaya por el recorrido previsto, según señaló el propietario de los bueyes.

Resultados de los festejos del domingo 29 de agosto de 2010

BILBAO, 29 DE AGOSTO 9ª Corridas Generales. Menos de media plaza.
Toros de José Escolar, desiguales de presentación. Varios de ellos muy vareados y, en conjunto, de poco juego. Falta de raza, se dejaron torear el primero, noble; el tercero, aunque sin celo y el quinto. Peligroso el segundo. Inválido el sexto.
José Pedro Prados “El Fundi” Saludos y palmas.
Rafael Rubio “Rafaelillo”: Silencio tras un aviso y vuelta al ruedo.
Morenito de Aranda: Saludos y saludos.



LAS VENTAS, 29 DE AGOSTO 1ª Certamen 'Ocho Naciones'. Un tercio de plaza
Novillos de El Retamar, correctos de presentación. 5º y 6 aplaudidos
El Califa de Aragua: Silencio tras un aviso y silencio.
Alejandro Enríquez: Saludos y silencio.
Emilio Huertas: Silencio tras un aviso y vuelta al ruedo tras un aviso.

SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES, 29 DE AGOSTO 4ª de Feria. Tres cuartos de entrada.
Toros de Victoriano del Río (el 3º de Toros de Cortés), desiguales aunque justos de presencia. De distinta condición aunque todos con movilidad y transmisión.
Julián López “El Juli”: Una oreja y dos orejas.
Sebastián Castella: Una oreja y dos orejas tras un aviso.
José María Manzanares: Dos orejas y una oreja tras un aviso.

BARCELONA, 29 DE AGOSTO. Menos de un cuarto de plaza.
Toros de Antonio San Román, bien presentados. desiguales de juego aunque desclasados en general. 4º complicado. 1º y 3º manejable.
Domingo López Chaves: Una oreja y ovación tras aviso mientras acudía a la enfermería.
Javier Valverde: Silencio y ovación.
Pedro Gutiérrez “El Capea”: Silencio y palmas.

Parte médico de Domingo López Chaves: "Herida penetrante en el glúteo derecho, sin trayectorias profundas, que interesa fascia glútea y fibras del músculo glúteo mayor. Varetazo en el extremo inferior de la cara posterior del muslo izquierdo. Subluxación del hombro derecho reducida espontáneamente. Pronóstico menos grave. Trasladado a la Clínica del Remedio de Barcelona”.

PALENCIA, 29 DE AGOSTO 2ª de Feria. Algo más de media plaza.
Toros de Antonio Bañuelos, correctos de presentación, mansos, descastados aunque manejables.
Manolo Sánchez que sustituía a Manuel Díaz “El Cordobés”: Pitos y una oreja.
Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri”: Una oreja y ovación.
David Fandila “El Fandi”: Una oreja y ovación tras fuerte petición de oreja.

COLMENAR VIEJO, 29 DE AGOSTO 2ª de Feria. Un tercio de plaza.
Toros de Corbacho Grande, bien presentados y de juego manso, descastado y flojo. Manejable el 4º. Uno sobrero de Conde de Mayalde (5º bis al correr turno), basto de hechuras y manso.
José Ignacio Uceda Leal: Silencio y una oreja.
Javier Cortés: Silencio y silencio tras un aviso.
José Manuel Mas: Saludos y silencio.

LINARES, 29 DE AGOSTO 2ª de Feria. Media plaza.
Reses de Rocío de la Cámara, reglamentariamente despuntados.mansos y agarrados al piso en conjunto. 2º con movilidad.
Fermín Bohórquez: Silencio y vuelta al ruedo.
Diego Ventura: Dos orejas y una oreja.
Leonardo Hernández: Una oreja y una oreja.

 
ALCALÁ DE HENARES (Madrid) Casi media entrada. 3ª de Feria. Toros de Saboya. Justos de fuerzas. 1º y 5º de buena condición pero a menos. 2º muy flojo por su cojera. 3º manejable. 4º complicado. 6º rajado.
Sánchez Vara, oreja tras aviso y oreja.
César Jiménez, silencio y ovación con saludos.
Matías Tejela, oreja y oreja.

CIEZA (Murcia). Un cuarto de plaza. Cinco toros de San Marcos y uno de Torrehandilla (2º bis). 1º y 4º para rejones.
Sergio Galán, silencio y dos orejas.
Salvador Cortés, oreja tras aviso y saludos.
Javier Benjumea, saludos y oreja.


 
CUÉLLAR (Segovia). Media plaza. Toros de Manuel Blázquez. El 6º premiado con la vuelta al ruedo.
Fernando Robleño, silencio en ambos.
Javier Castaño, ovación y silencio.
Rubén Marín, oreja y oreja.





CALAHORRA (La Rioja). Media plaza. Reses de La Castilleja.
Pablo Hermoso de Mendoza, silencio, oreja y dos orejas.
Sergio Domínguez, ovación, silencio y ovación.





EN EL RECUERDO JOSE CUBERO "EL YIYO" - HOMENAJE POR EL 25 ANIVERSARIO DE SU MUERTE




JOSÉ CUBERO SANCHEZ”El Yiyo” nace en Burdeos (Francia) un 16 de abril de 1964, aunque nacido en Francia se considero madrileño, criado del barrio de Canillejas. Fue alumno destacado de la Escuela taurina de Madrid de la que tuvo dos compañeros de terna que recorrieron los cosos de España y Francia como son Lucio Sandín y Julián Maestro en la que un periodista taurino los bautizo como  “Los príncipes del toreo”.
El Yiyo, vivía con sus padres y dos hermanos Juan y Miguel,  relacionados también con el planeta de los toros, banderilleros, apoderado.
Con 11 años mato su primer becerro en publico.
En 1980 debutó con picadores en San Sebastián de los Reyes y finalizó esa temporada como líder del escalafón inferior, con 56 novilladas. Su mayor éxito fue conseguir el Zapato de Oro de la feria de Arnedo. El 14 de mayo de 1981 salió a hombros de Las Ventas en la primera novillada de  la Feria de San Isidro y su triunfo favoreció la alternativa, que  recibió en Burgos, el día 30 de junio, cuando Angel Teruel, en presencia de Manzanares, le cedió la muerte del toro “Comadrejo” de Buendía, de pelo entrepelado con el nº3.
Al año siguiente, el 27 de mayo de 1982 confirma su alternativa en la Monumental de Las Ventas de Madrid, de manos de José María Manzanares y con el testimonio de Emilio Muñoz, ante toros de Félix Cameno. Salió dos veces por la Puerta Grande de Las Ventas, ambas en 1983, concretamente los días 1 y 9 de junio.
En una época en que la ligazón y la reducción de distancias de Paco Ojeda dominaban el toreo, Yiyo se abanderó del clasicismo y la pureza del toreo, dogmas que en José Cubero se reunieron como virtudes para mandar en el toreo. Fue un torero medido, artístico, elegante y privilegiado. De línea clásica, pulcritud, buena técnica, gran valor y enorme vocación, templado, seguro y completo
Yiyo se presentó en Colombia durante las temporadas de 1984 y 1985 y lo hizo en Cali, Bogotá, Manizales, Medellín y Cartagena, siendo en esta última donde conquistó sus principales triunfos en Colombia, aunque en las demás tuvo destacadas faenas. Pero fue en “la heroica” en 1984, cuando cortó tres orejas el 8 de enero ante toros de El Aceituno y se llevó el trofeo al triunfador y a la mejor faena, trofeos entregados por la Alcaldía y la Peña El Clarín respectivamente.
El 26 de septiembre de 1984, en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) presencia la cogida mortal de Francisco Rivera “Paquirri” que le infiere el toro Avispado, y además lo tuvo que estoquear y le cortó las dos orejas.
En 1985 Yiyo realizaba la más completa de sus campañas. Se encontraba en la élite de las figuras de su tiempo, y como tal, sufría por la intransigencia de un sector de la afición de Las Ventas que le había impedido reconquistar los triunfos obtenidos un par de años atrás. Triunfo con fuerza, en Sevilla, Pamplona, Zaragoza y Dax en una temporada en la que reafirmó su temprana madurez y vitola de figura.
Estando en la cumbre de su carrera como torero y con gran popularidad, el 30 de agosto de 1985 sustituyó a Curro Romero en la plaza de toros de Colmenar Viejo, actuando al lado de “Antoñete” y Jose Luis Palomar, con toros de Marcos Nuñez. El sexto de la tarde, de nombre “Burlero”, permitió a José Cubero “Yiyo” una lidia muy artística que fue coronada con una soberbia estocada de la cual salió rebotado el torero. El astado, al sentirse herido de muerte, tiró el derrote seco al cuerpo del diestro, penetrándole la espalda y alcanzando el corazón, provocando así su muerte instantánea.
Curiosamente, alternó con Francisco Rivera “Paquirri” el día de la muerte de este último, provocada por una cornada del toro “Avispado” el 26 de septiembre de 1984, en la plaza de toros de Pozoblanco.
Poco tiempo después de la muerte del diestro, concretamente en 1988, el que fuera su apoderado Tomás Redondo apareció ahorcado, al no poder sobrellevar el dolor de lo sucedido en Colmenar. Y al poco tiempo fallecería “Chocolate” (su mozo de espadas), enfermo de pena, dolor y nostalgia.
Mediada la temporada, Yiyo sumaba 42 corridas, el mejor balance estadístico de su vida, cuando el 30 de agosto aceptó sustituir a Curro Romero que había mandado parte facultativo, por lo que hizo el paseíllo en Colmenar Viejo junto a Antoñete y José Luis Palomar.
Tres sustituciones lo habían lanzado en 1983 y la de Colmenar permitió que Yiyo interpretara una de sus mejores faenas. Para muchos críticos, la que realizó al sexto de la tarde, “Burlero”, número 46, con 497 kilos de peso, perteneciente a la ganadería de Marcos Núñez, fue un compendio de su más esplendorosa tauromaquia. Lo mató de un soberbio espadazo, pero el diestro resbaló en el embroque. Burlero, sin hacer caso a los desesperados capotes que intentaban el quite, olió el cuerpo del torero, y enceguecido por la estocada, el pitón derecho prendió el cuerpo de Yiyo partiéndole el corazón de inmediato.
Cuando Burlero cayó en la arena y Yiyo era llevado al callejón, el torero sólo tuvo alientos para decir “me mató”. Sus ojos perdieron el rumbo y trataban de esconderse en sus párpados aún abiertos; en la enfermería, los médicos sólo pudieron certificar su muerte. Los instantes que sucedieron fueron dramáticos y espeluznantes.
José Cubero tenía 21 años y fue enterrado en el Cementerio de la Almudena de Madrid. Su entierro, que tuvo lugar el 1 de septiembre de aquel año de 1985, fue multitudinario. El cortejo fúnebre partió del domicilio del torero, en el barrio madrileño de Canillejas, e hizo un alto en la plaza de toros de Las Ventas, que estaba abarrotada de público, donde se le dio una clamorosa vuelta al ruedo. Eran las cinco en punto de la tarde. Desde allí fue trasladado, a hombros de compañeros y amigos hasta el cementerio de la Almudena.
Posteriormente, se levantó un monumento en su honor frente a la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.
Un extracto de "Yiyo, torerazo" una  bonita crónica del maestro Joaquin Vidal.
Yiyo, torerazo
JOAQUIN VIDAL, - Madrid - 02/06/1983
“Vino de suplente y ahí está, candidato a triunfador de la feria. Yiyo, esa es la figura. Yiyo, torerazo. Torero completo, en todas las suertes. Torero en la brega, en quites, y con la muleta, artista y dominador. El repertorio de la tauromaquia que plasmó ayer Yiyo ante la asombrada cátedra de Las Ventas, y cuando ya lo había desgranado con auténtica exquisitez, se mostró en su dimensión de torero de casta, valiente, decidido a triunfar a pesar de la bronquedad del toro y a pesar de la cogida. Este sí que es valiente, a carta cabal. Éste no se reboza por las sienes del borrego inválido, al amparo de su ceguera imposibilitándole la embestida. Éste se deja ver, aguanta la arrancada fuerte, desprecia el fulgor helado del gañafón. Y torea. Torea además con alma, e imprime la marca de su personalidad, sin necesidad de proclamarla o de fingirla cara a la galería. Porque lleva el toreo tanto en la cabeza como en el corazón, y ese toreo, de escuela, lo interpreta con la peculiaridad de su sentimiento, adecuándolo a las cambiantes condiciones del toro”.
… “Cuando cobró la estocada -que quedó baja- el triunfo ya era de apoteosis y la plaza entera le aclamaba. "¡Torero!, ¡Torero!". Salió a hombros por la puerta grande, y en aquellos momentos ocupaba un puesto cimero entre las figuras. La lección de Manolo Vázquez, la maestría de Antoñete y su distancia, la torería de Esplá, habían tenido por una tarde su síntesis en Yiyo; torerazo Yiyo”.

JOSE CUBERO "EL YIYO" - HOMENAJE POR EL 25 ANIVERSARIO DE SU MUERTE - MUSICA. PACO MARIN- "EL YIYO"- MILONGA