domingo, 12 de diciembre de 2010

Los toros en Marruecos

Plaza de Toros de Tánger

Una larga tradición. El Aaiún, ciudad hoy de actualidad por los conflictos que en ella se están viviendo, tuvo en su momento una notable actividad taurina. Existe un proyecto entre la Diputación de Cádiz y el Consejo Regional Tánger-Tetuán para solicitar fondos europeos que permitan restaurar la plaza de toros de Tánger.

  El Aaiún es la ciudad más importante del Sahara Occidental y capital de iure de la República Árabe Saharaui Democrática, donde a quince kilómetros de distancia se sitúa el campamento de Gdeim Izik . En él 20.000 saharauis reivindican una mejora de sus condiciones sociales y económicas y está siendo escenario de violentos enfrentamientos. En esta ciudad hubo una gran tradición taurina que acabó en diciembre de 1967 con una corrida en la que con astados de Ana Romero hicieron el paseo los espadas gaditanos Emilio Oliva y Adolfo Avila El Paquiro.
Los antecedentes de la fiesta en el mundo árabe se remontan a muy atrás. Y así, ya en el año 1021 un soberano árabe de la España musulmana, Abbud-el Asma, organizó corridas cuando se erigió rey de Sevilla tras  negar obediencia al Califa de Córdoba. Ya iniciada la reconquista, se celebraban corridas de toros no solamente en las poblaciones aún bajo el dominio de los mauritanos, sino en las que estaban en el lado de los reconquistadores. Y también hay constancia de que el siglo XIV los españoles musulmanes del reino de Granada participaban en fiestas de toros rivalizando con los cristianos en los momentos de tregua.
Tánger
El coso taurino de esta localidad, patrocinado por Moulay Ahmed Rissouni, uno de los jefes religiosos de la ciudad, fue inaugurado el 27 de Agosto del 1950, con un cartel compuesto por Agustín Parra Parrita,  José María Martorell y Manuel Calero Calerito, quienes estoquearon toros de Fermín Bohórquez. Por delante el rejoneador Angel Peralta lidió un novillo de Juan Belmonte. La plaza disponía de cuadras de caballos, corrales, almacenes, toriles, quirófano, enfermería, capilla, baño, sala de toreros y vivienda para el conserje. Su estructura, barreras, tendidos, palcos, andanadas y asientos eran de hormigón armado. Fue construida en 14 meses. Con una capacidad para 11.500 espectadores, su coste ascendió a 12 millones de pesetas. A lo largo de dos décadas, por la misma pasaron ilustres espadas como Juanito Belmonte, Pepe Luís Vázquez, Luis Miguel Dominguín, Conchita Citrón, Carlos Arruza, Cagancho, Manolo Vázquez, Pepín Martín Vázquez, Julio Aparicio, Litri, Enrique Vera, Antonio Ordóñez y Miguel Mateo "Miguelín".
Los hermanos Lozano trataron años más tarde de relanzar el coso y el 12 de Julio de 1970 lograron que se reinaugurase tras quince años de cierre. Aquel día actuaron César Girón, Gabriel de la Casa y Juan José. La última corrida tuvo lugar el día 4 de Octubre de 1970. Un festejo en el que tomaron Manuel Benítez El Cordobés, Gabriel de la Casa y Manolo Lozano, quien recibió la alternativa ante reses de Eusebia Galache. Al día siguiente la gente hizo colas en las carnicerías de la ciudad para comprar la carne de los toros que había estoqueado El Cordobés la tarde anterior.
El recinto se utiliza en la actualidad como Centro de Reclusión de Inmigrantes del ejército marroquí. La Diputación Provincial de Cádiz, a través del Instituto de Empleo y Desarrollo Tecnológico tiene interés en la restauración de esta plaza de toros de cara a convertirla en un espacio multiusos. También existe el proyecto de poner en marcha la creación de la Peña Taurina del Norte de Marruecos.
Casablanca
La plaza de toros de esta ciudad marroquí fue inaugurada el 9 de octubre de 1921, lidiándose toros del Conde de la Corte por las cuadrillas de Julián Saiz Saleri, Manuel Varé Valerito y José García Maera. Más adelante, el empresario catalán Vicente Marmaneu y el francés Paul Barriere fueron nombrados gerentes de la plaza y su trabajo hizo posible que se reinaugurasen estas arenas el 8 de marzo de 1953, con una corrida de toros en la que frente a reses de Matías Bernardos y Sánchez Fabrés actuaron Jesús Córdoba, José María Martorell y Calerito. Aquella campaña se programaron un total de 5 corridas de toros y 3 novilladas picadas. El último festejo que se celebró en la misma fue el que tuvo lugar el 2 de marzo de 1969, y en él actuaron Antonio Ordóñez, El Viti y Angel Teruel. Su demolición se llevó a cabo en 1971. Por ella desfilaron algunas de las mayores figuras del toreo: Juan García Mondeño, Curro Romero, Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez, Gregorio Sánchez, El Cordobés y Ángel Teruel.
Victoriano Valencia, quien fue a torear a Casablanca en 1953 como novillero, señala que: "La afición musulmana era curiosa, y valoraba mucho el aspecto artístico".
Un rincón taurino destacable en Casablanca es el restaurante La Corrida, que fue el lugar más animado y concurrido de la ciudad durante las década de los cincuenta y sesenta. Entre otros, allí dejaron su impronta el talento y el duende de artistas como Lola Flores, Juanito Valderrama, Carmen Sevilla y La Chunga. Por sus mesas pasaron genios como Ernest Hemingway y Pablo Picasso y mitos como Brigitte Bardot y Josephine Baker. En la actualidad, La Corrida está situado en el número 35 de la rue Al Araar, donde su restaurante continúa abierto al público. De sus paredes todavía cuelgan trajes de luces de los mejores toreros españoles de la época así como carteles de los festejos que se celebraron en Casablanca.
Otras plazas
Amén de los de Tánger y Casablanca, existieron otros recintos taurinos en Marruecos. Junto con la ya citada de El Aaiun, en la plaza de Uxda o Oujda en francés, sita muy cerca de la frontera con Argelia, el novillero Félix Ruiz Romerito toreó el 16 de junio de 1912, en tanto que en Villa Sanjurjo, en la actualidad Alhucemas, se inauguró un coso, el 5 de agosto de 1951, lidiándose novillos de Pérez de la Concha por el valenciano Félix Guillén y Manuel Valero Valerito.
Finalmente Villa Cisneros, ciudad del Sáhara Occidental a unos 550 kms al sur de El Aaiún fue marco de diversos festivales organizados en su tiempo por la Legión Española.
Espadas marroquíes
Entre los coletudos nacidos en este país cabe destacar a José Morales Ostioncito, quien nació el 19 de diciembre de 1883 en las Islas Chafarinas. Tomó la alternativa en Miranda de Ebro de manos de Cocherito de Bilbao ante toros de Pablo Escorial, y se la confirmó en Madrid Rafael "El Gallo", cediéndole la muerte de Almirante, de Murube. Por su parte César González, nacido en Tetuán el 24 de noviembre de 1944, recibió el doctorado el 3 de agosto de 1975 en Estella, lidiando reses de Alejandro García Martín. Su padrino fue el mexicano Eloy Cavazos, ejerciendo de testigo el maño Raúl Aranda. Por su parte Medhi Savalli, nacido en Arles el 1 de noviembre de 1985, tiene sus raíces familiares en Casablanca y en Ouarzazate, ciudad sita en el Atlas marroquí donde se rodó la película Gladiador. Tomó la alternativa en Arles el 8 de septiembre de 2006, de manos de César Rincón con Juan Bautista de testigo, con la cesión del toro Volatero, de Bañuelos.
Asimismo fueron numerosos los españoles residentes en Tánger que intentaron la aventura de ser toreros. Entre ellos Luis Álvarez "El Andaluz", quien con el tiempo fue relaciones públicas en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, así como empresario y apoderado de espadas como Morenito de Maracay, Cesar Rincón, Enrique Ponce y Sebastián Castella. Por su parte Pepito Medina fue el primer tangerino que toreó con picadores. También cabe citar a Primo Díaz, El Portuense, y asimismo vistieron de luces Luís Marquijano, Manolo Bernal y Jesús Cañizares.
ENRIQUE AMAT VALENCIA

PONERSE EN LA PIEL DEL TORERO


Un festejo taurino se celebró el 3 de diciembre de 1899 en Cuenca


En este repaso por la particular historia conquense, recogemos el festejo taurino celebrado en Cuenca en 1899 en pleno mes de diciembre, previo a las navidades. Una fecha nada común para el arte taurino, aunque la ocasión merecía la pena, puesto que se trataba de un festejo a beneficio de la Casa de la Beneficencia, que en ese momento atendía a 384 personas.

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Fachada de la antigua Casa de Beneficencia. / PASCUAL
Que en Cuenca se haya celebrado un festejo taurino en el mes de diciembre parecerá increíble por las temperaturas extremas que se suelen producir en estas fechas finales del otoño, que dan paso al invierno y a la llegada de la Navidad, pero “ciertos son los toros”, como se suele decir en el lenguaje popular, y por tanto nada nuevo hay bajo el sol invernal sin moscas, pero con capotes y muletas para la ocasión que vamos a recordar, con el fin de que pase a las hemerotecas taurinas conquenses. Ocurrió hace 111 años en la segunda plaza que tuvo Cuenca, conocida como “La Perdigana”, que estaba situada en terrenos de La Ventilla.

La tarde del 3 de diciembre
El festejo excepcional del que hacemos referencia se celebró el domingo 3 de diciembre de 1899, a beneficio de la Casa de Beneficencia, que por aquellos años contaba con 384 acogidos de todas las edades, y estaba tutelada por la Diputación Provincial, que pasaba alguna dificultad. Aun así, “la comida era abundante”, como recogía “La Reforma” en un reportaje sobre “La Casa de Misericordia”, para salir al paso de los comentarios callejeros.
     
La corrida de novillos fue amenizada por la Banda Provincial de Música que dirigía el maestro Cabañas, que dependía de la Diputación, donde incluso contaba con un kiosco en sus jardines. Tanto la Banda Municipal que dirigía Agúndez, como la Provincial, actuaban todos los sábados, alternado en el Paseo de San Fernando y en la Glorieta de la Diputación.  En este festejo del 3 de diciembre de 1899, actuó el novillero vallisoletano Julián Fernández Martín “El Salamanquino”, con dos novillos del ganadero Ortega. La croniquilla de la revista “Cuenca”, en su número 3, del 9 de diciembre de 1899, va firmada por “El Puntilla”. Dice así:  “La corrida celebrada el domingo en esta plaza puede calificarse de buena por el ganado. Los dos toretes lidiados, del Sr. Ortega, estaban bien criados y fueron bravos, no obstante lo avanzado de la estación. En la lidia de los mismos no vimos nada de particular, ni un capotazo ni un par de banderillas, y hasta la brega hecha en el primero por uno de los banderilleros, y que algunos aplaudieron, estuvo de más por inoportuna, pues no se necesitaba para la suerte del torete. Al espada, “El Salamanquino”, en vez de torear a los toros, le vimos constantemente toreado por ellos. A su primero, que aunque se quedaba un poco y alargaba la gaita, no se traía nada, no lo supo manejar. De estos toros se apodera uno al momento empapándolos y tapándoles la vista con la muleta antes de darle la salida.Murió de un volapié caído”.
   
 Pese al carácter benéfico del festejo, “El Puntilla” hacía honor a su firma: “En su segundo toreó como en el primero, no solamente no dio ningún pase que mereciera el nombre de tal sino que ni aun se perfiló para darlo. Era un toro que tenía la cabeza levantada de puro bravo, y en vez de trastearlo por bajo para arreglarlo, no hizo más que pasarlo por alto. Le atizó dos estocadas contrarias caídas que no eran de cuidado. Menos mal que acertó descabellándolo a pulso a la primera. Sr. Julián, que ese no es el camino para llegar a tomar la alternativa en Madrid”.
   
La mejor laudatoria fue para la Banda de Música: “Un aplauso a la banda provincial por lo bien que tocó en el redondel antes de comenzarse la corrida, y otro a su director, Sr. Cabañas, por lo acertadamente que la dirigió y por los adelantos que ha conseguido con la misma”.

Cuenca ha tenido cuatro plazas de toros
Para los amantes de la historia local recordamos que Cuenca tuvo una primera plaza de toros entre los terrenos del edificio de la Agencia Tributaria, en la esquina del Parque de San Julián y de la antigua sede de ICONA, hoy Recaudacion, conocida como la plaza del Pintado; la segunda fue “La Perdigana”, que estaba situada en terrenos de La Ventilla, en el solar que fue Cine Xúcar y actual tienda Mango. La tercera plaza de toros que tuvo Cuenca fue la de Caballer, en terrenos de Casa Blanca, inaugurada el 5 de septiembre de 1913, que duró poco más de siete años al fallar la cimentación, y el cuarto coso taurino es el actual en la Avenida Reyes Católicos, inaugurado el 5 de septiembre de 1927. Algunos festejos “fuera de temporada” se habían celebrado en octubre o en febrero, pero es la primera noticia que tenemos de uno en diciembre.


JOSÉ VICENTE ÁVILA