martes, 14 de febrero de 2012

San Sebastián, ¿segunda plaza sin toros?

Juan Karlos Izagirre, alcalde de San Sebastian.
Juan Karlos Izagirre, alcalde de San Sebastian.


El deseo antitaurino de Bildu topa con la oposición de la mayoría municipal

San Sebastián- El Ayuntamiento de San Sebastián desea seguir la estela de Barcelona y vetar en 2013 las corridas de toros. En este caso no sería por iniciativa popular, sino por impulso del Gobierno municipal de Bildu. La coalición abertzale, reconocida antitaurina, apuntó ayer «replantear» el uso del coso de Illumbe para «dignificar» este espacio. Y advirtió de que el próximo año tendrá las manos libres para adoptar cualquier decisión sobre el futuro de la plaza, ahora comprometida con los abonos taurinos de 2012. «Estudiaremos entonces de qué manera puede ser utilizado con mayor eficacia que ahora», señaló Javier Vitoria, delegado de Hacienda. Pero lo cierto es que Bildu gobierna en minoría y su intencionado veto, que ayer evitó confirmar, se topa con el rechazo del pleno municipal, que hace unos meses se pronunció a favor de mantener la feria taurina donostiarra a raíz de un escrito del PP, que junto al PSE votó en contra, mientras que el PNV se abstuvo. Ramón Gómez, portavoz del PP en San Sebastián, refirió a este periódico que aunque el Gobierno de Bildu «se salta a la torera» las decisiones plenarias, sería harto difícil que diese la puntilla a una «tradición histórica» como son los toros en San Sebastián. «La Semana Grande donostiarra está ligada a la feria taurina y parte del turismo que atrae, sobre todo francés, se debe a esta fiesta», explica. 




El argumento de la escasa rentabilidad fue el esgrimido para justificar el posible fin de la feria taurina. Según Vitoria, los ingresos por el alquiler de la plaza para las corridas de toros, fijado el pasado año en 10.000 euros, es una cantidad  «perfectamente cuestionable para darle esta utilización» taurina.

Alquiler del coso

Sabedor de que eliminar la feria taurina es una decisión más que polémica -el Parlamento Vasco rechazó la prohibición de los toros en 2010-, Bildu evitó en todo momento ser claro del todo. De hecho, comentó su intención de dar un uso distinto al coso, propiedad municipal, durante la presentación de algunas partidas del proyecto de presupuestos de San Sebastián para 2012. En dicha comparecencia anunció una operación de venta del complejo de Illumbe, que afectaría a sus espacios terciarios, su aparcamiento y sus parcelas no urbanizadas, sin incluir el coso taurino, y con la que pretende ingresar 20 millones de euros. 

EVOLUCIÓN DEL PRECIO DE TORO DE LIDIA EN LA HISTORIA DE LA TAUROMAQUIA



El coste de producción de un cuatreño actualmente está en torno a los 3000 y 4000 euros. En estas cifras incluyen costos de personal, alimentación, medicación, veterinarios, saneamientos, mantenimiento y conservación de finca.
Esta temporada pasada se han llegado a producirse ventas de corridas por 5000 euros.
En la época de Pedro Romero y Pepe-illo valía un toro entre 1500-1800 reales, lo mismo que podía cobrar Pedro Romero y Pepe-illo, en la Plaza de Madrid por matar seis u ocho toros.
En tiempos de Francisco Montes “Paquiro” el ganado de las mejores ganaderías, Marques de Gaviria, Duque de Veragua, Lesaca, etc, se pagaba por cabeza en plazas de primera unos 3000 reales, los mismos que podía cobra en la plaza de Madrid, Francisco Montes “Paquiro”, como máximo exponente de la torería de aquella época.
En la época de Joselito y Belmonte en plazas de primera se pagaban entre 8000 y 10000 pesetas, en plazas como Valencia, Sevilla y Madrid y 12000 pesetas en Bilbao, reses de la talla de Pablo Romero, Miura, Murube, Santa Coloma, etc. Joselito entonces cobraba por corrida, 6000 pesetas al comienzo de su carrera y de 7200 a 7500 pesetas al final de esta.
Por lo tanto el ganado seguía valiendo mucho más que la contratación del torero más encumbrado del momento.
En los años 60 del siglo pasado se empiezan a variar los precios toro-torero.
Actualmente un ganadero puede cobra en plazas de primera entre 6 millones y 9 millones de pesetas y las figuras del toreo han  multiplicado este precio por 3 y por 4 veces y algún torero por mucho más.
Este desfase en el precio del toro, como en la pérdida de poder del ganadero en la fiesta, que a pesar  de que ellos son los que ponen la materia prima, se han visto relegados como acompañamiento y comparsa en el mundo económico de la fiesta.


"El Litri" en Tierras Taurinas dice.
Los toros de los Guateles eran entonces de los mejores pagados: «Cuando lidiamos la última corrida de Castellón, en el 86, nos valió 6 900 000 pesetas. Tengo guardada la factura por curiosidad. Y el debut de Rafi Camino, Fernando Lozano y Litri en Valencia, nos dieron por la novillada 4 600 000 pesetas, i Lo que no vale hoy una corrida de toros en muchos sitios!»,


Las 6.900.000 pesetas de la corrida de 1986 al cambio serían unos 41.400 €.Actualizando el IPC a 2011 esa cifra serían hoy más de 17 millones de pesetas, unos 102.000 euros.
Las 4.600 000 pesetas de la novillada de 1986 serian unos 27650 euros.Actualizando el IPC a 2011 esa cifra serían hoy más de 11 millones de pesetas, unos 68.400 euros.








Fuentes: Rafael Cabrera Bonet y Tierras Taurinas - Opus 12