sábado, 9 de junio de 2012

Epitafio de San Isidro y (su apéndice cultural)





No ha hecho falta que se alineen los astros, ni que una pitonisa manosee su bola de cristal, ni siquiera ir en busca de la piedra filosofal que arrojase alguna luz sobre esa en comandita y artera asociación invernal de choperitas, peinetas y matillas, hasta hace nada enemigos íntimos, y ahora hermanados masónicamente para salvar una Fiesta que ellos mismos emponzoñan cambiando sus cromos de apoderamiento, ganaderías  y carpas. El mismo que en Noviembre trinaba un acto de contrición  (Simón Casas en twitter, con ese aforismo que rezaba como sigue: "En el sector taurino existen muchos conflictos de intereses: por ejemplo no se debería ser a la vez empresario y apoderado")  hace días demostraba en Nimes cómo defiende esto desde lo más profundo de su (dedo) corazón. No ha hecho falta ser un lumbreras para atisbar lo que Díaz-Cañabate motejaba de “mojiganga”, Joaquín Vidal decía “fraude”, y Josemi el de la grada del 5 lo llama “dislate”. Retratados han quedado.
Ni  esa apendicitis de San Isidro que se ha dado en denominar “Feria del Arte y la Cultura”, esa misma en la que en 4 días casi se ha doblado el número de orejas que  en 4 semanas de corridas a pie, esa misma en la que se han bebido más cubatas y se han comido más pipas que en todo el mes de Mayo junto, ni siquiera estas puertas grandes de outlet abiertas esta semana (donde hemos visto la misma cantidad de cemento en los tendidos que la que usó el pocero en Seseña) enmascaran los estertores de este páramo de ruina que es lo que queda de la Fiesta.
Cuatro detalles, cuatro guiños a la casi clandestina integridad de genuinos caballeros de esto, auténticos gentleman de sabor añejo, excepciones que se visten por los pies, arrobas de honestidad que contrarrestan la impostura y trapacerías de todo lo que huele a podrido en derredor del taurineo.
El savoir faire de Luis Carlos Aranda y su andarle a los toros, como Pinito del Oro por el alambre; el estoconazo de Uceda Letal a uno de Montalvo; la desAparición de Julio; Tejela (sin que sirva de precedente, ese día se mereció la segunda oreja) gustándose con un buen Torrestrella; los del embarrado y entretenidísimo día de Guardiola Fantoni ; “Fiscal” de Alcurrucén y la alargada sombra de El Cid; el “Pistolero” de Baltasar Ibán y las orejas perdidas por Serafín Marín; la (pregonada) caída del Imperio Cuvillano; los brotes verdes de Gonzalo Caballero y Gómez del Pilar; piqueros mexicanos liándola, de matute, en eso tan demodé que antes era el tercio de varas y ahora es un martillo percutor; la capacidad de reinventarse de Javier Castaño; tres maestros que no se arrugaron con seis escolares; detalles de Fandiño (no todos plausibles, alguno muy feo el día de Adolfo); las intermitentes intenciones de Talavante, Castella y Perera para dejar de ser eternas promesas (aunque Alejandro les gana por la mano, tienen un trecho todavía para mejorar); la marabunta de tantos y tantos aficionados arribados de otras geografías que sólo ha conseguido esa  cuadri-adicción –que no hay Proyecto Hombre ni Proyecto Toro que nos quite el mono-;  la resiliencia de Alberto Aguilar con los victorinos ( como Robleño el otro día, esos locos bajitos...); y una papelera de reciclaje repleta de olvidos de todo lo que vimos y que enseguida se nos borró de la memoria, empezando por la canonjía de Morante y finiquitando con el "cortar y pegar" de Manzanares, que en cuanto emana  la casta el arte se le evapora.

Pedimos se desmonteren y saluden desde el tercio a lo mejor, con creces, de esta cuarentena de tardes, que no es otra cosa que esa lista de Schindler de todos los que escriben de esto sin que  tengan obligación alguna, que  son los que hacen ladrar, cuando cabalgan, a los antitaurinos que tenemos dentro de los toros, poniéndolo todo perdido de arte y cultura, esa oclocracia que sube un 5% el abono de este año y que nos ha sisado un 20 % de calidad, esos manteros que envían veedores al campo para que aprueben corridas que luego llegan a Madrid y necesitan de 3 camiones para remendarlas, que son los mismos que meten a sus toreros conchabados con esos ganaderos a los que  compran corridas que luego no se lidian (¿?).
Nuestras más honestas palmas a la nueva cátedra bloguera de Rafael Cabrera, a José Ramón “Salmonetes” Márquez, a la cuadrilla de “Toro, torero, afición”, a Enrique torosgradaseis, a las  fotacas (y comentarios de muchos quilates) de Manon, a Pedro Dominguillos, a las pildoritas de irreverente ingenio de Antonio Díaz, al gran Josemi de Zaragoza, a David El toro de la jota, a la gente de La Cabaña Brava ….. y a todos aquellos que nos dejamos en el tintero, que nos han hecho el quite del perdón en sus escritos e imágenes, de lo que nosotros no hemos visto, o no hemos sabido.

VICTORINO-ALBERTO AGUILAR