No ha hecho falta que se alineen
los astros, ni que una pitonisa manosee su bola de cristal, ni siquiera ir en
busca de la piedra filosofal que arrojase alguna luz sobre esa en comandita y
artera asociación invernal de choperitas, peinetas y matillas, hasta hace nada enemigos
íntimos, y ahora hermanados masónicamente para salvar una Fiesta que ellos
mismos emponzoñan cambiando sus cromos de apoderamiento, ganaderías y carpas. El mismo que en Noviembre trinaba un acto de contrición (Simón Casas en twitter, con ese aforismo que rezaba como sigue: "En el sector taurino existen muchos conflictos de intereses: por ejemplo no se debería ser a la vez empresario y apoderado") hace días demostraba en Nimes cómo defiende esto
desde lo más profundo de su (dedo) corazón. No ha hecho falta ser un lumbreras para
atisbar lo que Díaz-Cañabate motejaba de “mojiganga”, Joaquín Vidal decía
“fraude”, y Josemi el de la grada del 5 lo llama “dislate”. Retratados han
quedado.
Ni esa apendicitis de San Isidro que se ha dado
en denominar “Feria del Arte y la Cultura”, esa misma en la que en 4 días casi
se ha doblado el número de orejas que en
4 semanas de corridas a pie, esa misma en la que se han bebido más cubatas y se
han comido más pipas que en todo el mes de Mayo junto, ni siquiera estas
puertas grandes de outlet abiertas esta semana (donde hemos visto la misma
cantidad de cemento en los tendidos que la que usó el pocero en Seseña)
enmascaran los estertores de este páramo de ruina que es lo que queda de la
Fiesta.
Cuatro detalles, cuatro guiños a
la casi clandestina integridad de genuinos caballeros de esto, auténticos gentleman de sabor añejo, excepciones
que se visten por los pies, arrobas de honestidad que contrarrestan la
impostura y trapacerías de todo lo que huele a podrido en derredor del taurineo.
El savoir faire de Luis Carlos Aranda y su andarle a los toros, como
Pinito del Oro por el alambre; el estoconazo de Uceda Letal a uno de Montalvo; la
desAparición de Julio; Tejela (sin que sirva de precedente, ese día se mereció
la segunda oreja) gustándose con un buen Torrestrella; los del embarrado y entretenidísimo día de
Guardiola Fantoni ; “Fiscal” de Alcurrucén y la alargada sombra de El Cid; el “Pistolero”
de Baltasar Ibán y las orejas perdidas por Serafín Marín; la (pregonada) caída
del Imperio Cuvillano; los brotes verdes de Gonzalo Caballero y Gómez del Pilar;
piqueros mexicanos liándola, de matute, en eso tan demodé que antes era el tercio de varas y ahora es un martillo
percutor; la capacidad de reinventarse de Javier Castaño; tres maestros que no
se arrugaron con seis escolares; detalles
de Fandiño (no todos plausibles, alguno muy feo el día de Adolfo); las intermitentes intenciones de Talavante, Castella
y Perera para dejar de ser eternas promesas (aunque Alejandro les gana por la mano, tienen un trecho todavía
para mejorar); la marabunta de tantos y tantos aficionados arribados de otras
geografías que sólo ha conseguido esa cuadri-adicción –que no hay Proyecto
Hombre ni Proyecto Toro que nos quite el mono-; la resiliencia de Alberto Aguilar con los victorinos ( como Robleño el otro día, esos locos bajitos...); y una papelera de reciclaje
repleta de olvidos de todo lo que vimos y que enseguida se nos borró de la
memoria, empezando por la canonjía de Morante y finiquitando con el "cortar y
pegar" de Manzanares, que en cuanto emana
la casta el arte se le evapora.
Pedimos se desmonteren y saluden desde el tercio a lo mejor, con creces, de esta cuarentena de tardes, que no es otra cosa que esa lista de Schindler de todos los que escriben de esto sin que
tengan obligación alguna, que son
los que hacen ladrar, cuando cabalgan, a los antitaurinos que tenemos dentro de
los toros, poniéndolo todo perdido de arte y cultura, esa oclocracia que sube
un 5% el abono de este año y que nos ha sisado un 20 % de calidad, esos
manteros que envían veedores al campo para que aprueben corridas que luego
llegan a Madrid y necesitan de 3 camiones para remendarlas, que son los mismos
que meten a sus toreros conchabados con esos ganaderos a los que compran corridas que luego no se lidian (¿?).
Nuestras más honestas palmas a la nueva cátedra bloguera de
Rafael Cabrera, a José Ramón “Salmonetes”
Márquez, a la cuadrilla de “Toro, torero, afición”, a Enrique torosgradaseis, a las fotacas (y comentarios de muchos quilates) de Manon, a Pedro Dominguillos, a las pildoritas
de irreverente ingenio de Antonio
Díaz, al gran Josemi de
Zaragoza, a David El toro de la
jota, a la gente de La Cabaña Brava ….. y
a todos aquellos que nos dejamos en el tintero, que nos han hecho el quite del perdón en sus escritos e imágenes, de lo que nosotros no hemos visto, o no hemos sabido.