jueves, 14 de junio de 2012

CARTEL FERIA DE ISTRES

CARTEL UTIEL


EL SECRETO DE ALBERTO AGUILAR: SU IDILIO CON LAS CÁRDENAS.


(Javier Salamanca)

Si hay una oreja que no se ha discutido por nadie o casi nadie durante este último mes de toros en Madrid, ha sido la obtenida por Alberto Aguilar el día de los Victorinos.
Al acabar la temporada los toreros descansan en su mayoría un poco y enseguida se ponen a hacer campo, no todos pueden hacerlo, hasta los tentaderos se cotizan hoy día, pero hay quien se pasa el otoño-invierno de finca en finca tentando.Muchos ganaderos tienen sus toreros preferidos para ver sus vacas y en su mayoría luego lidian los hijos de ellas, aunque esto no siempre se cumple y este vamos a decir entrenamiento sirve para conocer mejor a determinados encastes y el  futuro comportamiento en el ruedo de las reses a lidiar.
El madrileño A. Aguilar tras tomar la alternativa en 2006, pasó dos años en los que casi no toreaba, hasta que en 2008 el ex-matador francés Fernández Meca lo apoderó y colocó en Francia en corridas de las llamadas duras, en esos dos años de desierto un buen amigo de Alberto, el ganadero Pablo Mayoral lo ayudaba  y tentaba en su casa, ahí empezó su idilio con “las cárdenas” y poco después con los hijos de estas, se empezó a anunciar con hierros de procedencia santa coloma y albaserrada y aunque también actúa ante toros de otros encastes, cerca del 50% de sus actuaciones  son ante estos llamados
“cárdenos”, podemos decir que es un especialista en  ello? Nunca se sabe, pero lo cierto es que si durante el invierno tientas muchas vacas de un determinado encaste, ayuda a conocerle mejor y más cuando el comportamiento en la plaza depende mucho de cómo se les hagan las cosas a estos toros.
En la finca “La Vega” donde pastan los “Saltillos” de Moreno Silva durante el invierno acuden varios matadores, pero el que mas va por allí es  Aguilar, según el propio ganadero , él ve muy bien las vacas con este torero.Yo he tenido la suerte de acudir a uno de ellos, 4 vacas saltillas que le hicieron sudar, nada que ver con tentaderos de otros encastes, estoy seguro que al torero esto le viene muy bien para luego ponerse delante de Adolfos, Escolares, Victorinos, Saltillos…..
Quizá este sea el secreto de A. Aguilar o no, pero lo cierto es que según esta hoy la profesión de matador convertirse en un especialista en un determinado encaste no es del todo malo si le permite vestirse de torero unas 20 tardes al año, eso si, sabe que  no se esta poniendo delante de babosas, a veces estos toros son my cambiantes en el ruedo, pero para eso él ya sabe mas o menos como reaccionan, el ha tenido ya antes un pequeño romance con “las cárdenas”, un secreto bien guardado.



Fotos tentadero: J.J.Matute
Video: J.Salamanca

El escritor Javier Villán echa de menos el toro de la "revolución belmontina"



El escritor y crítico taurino Javier Villán echa de menos el tipo de toro que a comienzos del siglo XX propició la revolución técnica y estética protagonizada por Juan Belmonte (1892-1962), de quien este año se cumple medio siglo de su muerte.

 El escritor y crítico taurino Javier Villán echa de menos el tipo de toro que a comienzos del siglo XX propició la revolución técnica y estética protagonizada por Juan Belmonte (1892-1962), de quien este año se cumple medio siglo de su muerte.
"Ojalá los ganaderos y los toreros de hoy se decidieran a criar un toro como el que mataba Belmonte", y no el prototipo actual "descastado, noblote con pocas fuerzas y colaborador como les gusta decir a los profesionales cuando en realidad no es sino un competidor", reflexiona en una entrevista con la Agencia Efe.
De esta "degradación de la cabaña brava", como define el crítico del diario El Mundo, "hay alguien con demasiada audacia que responsabiliza a Belmonte más que a Joselito", su amigo y competidor en la denominada Edad de Oro del toreo, que abarca desde la alternativa del primero, en 1913, a la muerte del segundo, en 1920.
A ninguno de los dos, recalca el autor de "Tauromaquias" (La esfera de los libros), se puede achacar la evolución y transformación genética y de trapío del toro de lidia que, a su juicio, ha desembocado en la "degeneración actual", si bien reconoce que ambos promovieron un modelo "menos bronco, agreste o montaraz" que permitiera el toreo que aún hoy se practica.
Belmonte "fue el gran revolucionario que enlazó el clasicismo luminoso de Guerrita y de Joselito con una concepción más dramática, más basada en el temple dentro de una concepción épica y estética", sostiene este crítico, autor de varios libros de ensayo sobre las figuras de César Rincón y José Tomás.
"Tauromaquias", con el subtítulo de "Lenguaje, liturgias y toreros", más que un ensayo se trata de un libro de evocaciones, "muy subjetivo y discutible, por tanto", de los personajes, toreros, plazas y críticos con los que ha convivido en algún momento de su trayectoria como crítico y que más le han emocionado.
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