"El triunfo en la reaparición me ha vuelto a dar alas"
Abrió la puerta grande en Valdemorillo el
pasado domingo, en la corrida de Victorino Martín El 15 de agosto
sufrió una cornada casi mortal.
En
plena canícula, el pasado 15 de agosto, en la Monumental de Las Ventas,
un toro le perforó el abdomen y salvó la vida milagrosamente. Fernando
Cruz, quien además padece fibromialgia, lejos de amilanarse, pensó en la
reaparición para acelerar su proceso de recuperación. Se obsesionó con
volver a vestirse de luces. Con secuelas severas en el páncreas y un
problema reciente de visión, se enfundó la taleguilla y se ató los
machos con decisión el pasado domingo en la Feria de Valdemorillo para
enfrentarse nada menos que a un lote de la ganadería de Victorino
Martín.
-Cumplió un sueño que, a priori, parecía una quimera...
-Sí.
Además viví momentos muy felices. Fue todo muy especial. Pero los
instantes que más me emocionaron, por encima de todos los demás, fueron
el recibimiento del público después del paseíllo y la salida por la
puerta grande. El público me trató con un cariño tremendo.
-¿Qué secuelas padece?
-Tengo
todavía una gran deficiencia en el páncreas. Me hacen analíticas
periódicamente. Y en invierno he tenido un grave problema de la visión,
por una lesión en el ojo. Tras un porrazo en un tentadero, tuve unos
días en que veía borroso. Estuvieron a punto de operarme. Me advirtieron
que si toreaba y recibía otro golpe corría el peligro de que me
afectara al nervio óptico y que podía quedarme ciego.
-¿Y qué le hizo seguir adelante en su idea de reaparecer?
-El
amor a la profesión y también por necesidad. El pasado 15 de agosto me
jugué la vida a tope en la única corrida que tenía. Este invierno se
había hablado mucho de mí y tenía que dar una respuesta buena ante esa
responsabilidad.
-¿Se vio con sitio, como se dice en el argot?
-Sí.
Era una apuesta de doble filo, ya que apenas había podido entrenar por
todo lo que le he contado. Fue una preparación justa y con el añadido de
que era una corrida de Victorino; unos toros ante los que tienes que
arriesgar mucho, aunque se dejen. Me encontré a un nivel muy bueno,
aunque por supuesto hay que mejorar muchas cosas.
-En los momentos previos a la corrida, en la soledad del hotel, ¿temió hundirse?
-Aunque
vayas con mucha confianza, siempre tienes la duda. Porque cada toro es
un mundo y porque en mi caso era volver a empezar. Yo estuve muy
concentrado, con confianza y mentalizado en resolver. Sabía que podría
hacerlo.
-¿Qué conclusiones ha sacado de la reaparición?
-Ha
sido todo muy positivo. En cuanto a torear, debo mejorar. Teniendo en
cuenta que no me vestía de luces desde el pasado agosto, que era una
corrida exigente y que se televisaba, he superado las barreras y mis
sensaciones son muy positivas en general.
-¿Qué ha supuesto, en su fuero interno, el éxito?
-El
triunfo en la reaparición me ha vuelto a dar alas. Yo soy una persona
muy cauta y pienso en el día a día. Pero soy consciente de que lo que
hice puede ayudarme para el futuro.
-¿Cómo ha vivido el día posterior?
-Hoy no he entrenado. Estoy relajado. Necesitaba quitarme el estrés. Siento una paz interior por el deber cumplido.
-Analice su actuación.
-Mi
lote, con sus matices, tuvo buen fondo. Ante el primer toro, con motor y
exigente, estuve muy centrado en una faena de menos a más. Con la
derecha destacaron dos buenas tandas. El segundo, más basto, fue muy
noble. En la faena hubo tandas reuniéndome y acompasando. Destaco una
serie con la izquierda, con mucha armonía.
-¿Es más complicado el triunfo ante corridas duras, teniendo en cuenta su concepto del toreo?
-Sí.
Mi compañero Sergio Aguilar me comentaba tras la corrida que no me
preocupe por eso, que no tenga prisas, que ya llegará el momento. Es
cierto que muchos de estos toros son a contraestilo, pero hasta que no
llegue un triunfo rotundo será muy difícil estar en el otro lado.
-¿Y ahora qué?
-Tengo
previsto torear un par de festivales. El 9 de marzo lo haré en
Guadalajara y al día siguiente en una población francesa, en Arzacq. Y
en mayo ya estoy anunciado en una corrida de toros en Vic-Fezensac.
-¿Ha sido contratado para Madrid?
-De
momento están con las negociaciones de las figuras. Y supongo que en
unos días se sabrá algo. Estoy ilusionado para esta temporada.
Continuaré apoderado por ABG Toros -Luis Alfonso Garcés, Juan Bravo y
Óscar Amaya-.
-¿Y qué han planificado?
-Todo
dependerá de lo que consiga en Madrid. No puedo ni quiero vivir fuera
de la realidad, ni pensar en un número determinado de festejos. Tengo
que vivir el día a día y espero que lo conseguido el domingo me sirva
para otras oportunidades que tendré que aprovechar.
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